Que rico que es ahí, donde hay calor y hay carne suave y prohibida, carne frágil, carne que espera, que suda, y no puede creer lo que ocurre.
Carne que se entrega, que se tensa y se relaja, que se moja y se expande.
Donde ésta alma se muestra con el deseo más humilde y sincero, ahí está el amor.
Donde las caras son fantasmales y risueñas.
La fuente de la miel está en todas partes, pero hay que saber buscar.
Y donde pasa el tiempo, donde ocurren cosas (¿pasa el tiempo?).
Durante el amor a las brasas, y luego, el amor sobre las cenizas del pretérito instantáneo.
Pero no sos tiempo, sino una forma divertida y vívida.
La misma representación de lo naturalmente hermoso.
Dios.
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