El barquito carta de Vos, grandísima alegría mía, quedó hecho una nave voladora.
Una vimana.
Y tus palabras me son conocidas y no quiero que sufras.
Pero es como vos decís también con dulzura, vas a tener que hacer un trabajo arduo.
Quizá se trata de sufrir un poco, es forma de aprender, y no hay muchas más.
Por lo general uno vive y sólo así sabe lo que es la vida, sinó preguntale a un armario.
Me entristece no poder ayudarte con algunas dudas que tenés en cuanto a tus cosas...
Yo no tengo tampoco muy en claro esas cuestiones, pero podés contar conmigo, por supuesto, para lo que sea.
Al lado tuyo me siento bien, salvo cuando te alejás o te extraño demasiado (cada puerco con su mugre).
No, no me siento solo “bien”. Puedo definir estar al lado tuyo con una palabra que abarca bastante, y además adoro: me siento acompañado.
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